4/11/08

caverna


caverna

Desde tiempos prehistóricos, de todo tipo de cultos, la caverna reune varios simbolismos que inciden en su condición de hendidura en la tierra.

Entrar en la caverna se compara con un regreso a la tierra, al lugar del que viene la vida y que posee sus poderes y misterios. Esa vuelta puede ser también un retorno al seno de la madre, con lo que la cueva se convierte en símbolo de matriz femenina.

Las leyendas que relatan el nacimiento de héroes o dioses en el interior de una caverna muestran reminiscencias de este simbolismo.

Todo lo narrado contribuyó a hacer de algunas grutas lugares perfectos para rituales que implicaran el renacimiento, entrar en contacto con el origen de la vida, como es el caso de las ceremonias de iniciación y los rituales funerarios.

Uniendo estos sentidos con el frecuente desconocimietnso de los últimos recovecos de la cueva, hacía pensar que en ellas se situaban las míticias puertas de entrada al otro mundo (tanto al cielo como al infierno).

Otro sentido más que recibe deriva de la ausencia de luz, lo que hace de ella un símbolo tanto de lo desconocido como de la ignorancia.

Lo desconocido puede ser percibido desde el temor, lo que conduce a convertir a los habitantes naturales de esas grutas en verdaderos monstruos que amenazan la humanidad.

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