6/10/08

Ana Casas

¿Mi casa es mi cuerpo o mi memoria? ¿Qué tanto de nosotros es olvido? ¿Cómo retratar las alucinaciones y los huecos de nuestra propia historia? ¿Logrará la desnudez de la piel mantener intacto el misterio?

Texto publicado originalmente en La Jornada Semanal (04/agosto/2002)

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